V. Algunos versos


19) ... Ich bin der Geist, der stets verneint ...

MEPHISTOPHELES: MEFISTÓFELES:
Ich bin der Geist, der stets verneint!
Und das mit Recht; denn alles, was entsteht,
Ist wert, daß es zugrunde geht;
Drum besser wär's, daß nichts entstünde.
So ist denn alles, was ihr Sünde,
Zerstörung, kurz, das Böse nennt,
Mein eigentliches Element.
Soy el espíritu que siempre niega.
Y lo hago con pleno de­recho,
pues todo lo que nace merece ser aniquilado,
mejor sería entonces que no naciera.
Por ello, mi auténtica natu­raleza es eso que
llamáis pecado y destrucción,
en una palabra, el Mal.

Parece que estos versos fascinan mucha gente porque es la expresión más corto que existe del nihilismo absoluto. Todo lo que existe merece perecer y por lo tanto sería mejor que no existiera nada. En estos y en los versos que siguen Mefistófeles es más que un hombre listo pero mezquino (si se quiere realista, porque muy a menudo su análisis de la situación es bastante precisa y el Fausto se engaña) es un representante de un principio.

MEPHISTOPHELES: MEFISTÓFELES:
Ich bin ein Teil des Teils, der anfangs alles war
Ein Teil der Finsternis, die sich das Licht gebar
Das stolze Licht, das nun der Mutter Nacht
Den alten Rang, den Raum ihr streitig macht,
Und doch gelingt's ihm nicht, da es, so viel es strebt,
Verhaftet an den Körpern klebt.
Soy una parte de la oscuridad que la luz engendró,
esa luz soberbia que le disputa a la madre noche
su antiguo rango y su lugar.
Sin embargo, aunque se esfuerce no lo logra,
pues está presa de los cuerpos.

Qué quiere decir con esto? Él tiene una manera muy especial de interpretar la génesis tal como la describe la Biblia.

Am Anfang schuf Gott Himmel und Erde. Und die Erde war wüst und leer, und es war finster auf der Tiefe; und der Geist Gottes schwebte auf dem Wasser Und Gott sprach: Es werde Licht! Und es ward Licht. En el principio Creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba sin orden y Vacía. Había tinieblas sobre la faz del océano, y el Espíritu de Dios se Movía sobre la faz de las aguas. Entonces dijo Dios: "Sea la luz", y fue la luz.
 

Si miramos la cosa de cerca, vemos que al principio era oscuridad y la luz se engendro dentro de la oscuridad, dicho de otra manera, la oscuridad es la madre de la luz. La luz lucha contra la oscuridad y siempre corre el riesgo de perderse en ella. La luz es algo creado por Dios y Mefistófeles se ve como un representante del principio que gobernaba antes. La luz depende de los cuerpos, nace de los cuerpos y es creado para cuerpos. Al principio era nada y a este nada Mefistófeles quiere reducir todo, esto es su lucha. Vemos otra vez la dicotomía que vemos en toda la obra. De una parte Fausto y Mefistófeles son representantes de un principio pero de otra parte son individuos humanos con una psicología bastante compleja.


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